Ante todo la caza es un hecho natural. Es uno de los eventos que más se produce en la naturaleza. Cada minuto millones de cacerías se realizan simultáneamente entre distintas especies que tratan de sobrevivir. La caza se produce siempre entre dos animales de distinto rango en la escala evolutiva: el cazador y el cazado. El animal más evolucionado caza a una especie vitalmente inferior. Además, para que exista caza el animal objeto de la cacería debe tener la oportunidad de escapar del cazador. Por otro lado, debe existir una cierta escasez de especies de caza que obligue al cazador a perseguir a la pieza. El hombre ha cazado como un animal racional desde un principio para alimentarse, y con diferencia al resto de las especies y fruto de su inteligencia, utilizando armas. Inicialmente armas arrojadizas o de proyección como arcos y flechas y posteriormente armas de fuego. Estas armas fueron poco precisas al principio con utilización de la pólvora negra para evolucionar en precisión y alcance, con la pólvora sin humo en las escopetas o los rifles. Sin embargo, siempre debe existir una oportunidad para la pieza. Un excesivo perfeccionamiento técnico iría en contra del tradicional concepto de la caza, que quedaría convertida en pura matanza. La caza es natural, forma parte del equilibrio ecológico y constituye hoy en día una actividad practicada por más de 70 millones de personas en el mundo.
martes, 15 de enero de 2008
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