Ademas de tener municiones de rifles de aire, por ahora definiremos la municiones de armas de fuego.
¿Qué es un cartucho?
El cartucho como concepto aparece ligado desde el principio a las armas de fuego. Aunque
inicialmente el tirador no introducía el cartucho en las armas de avancarga con pólvora negra, lo
que estaba haciendo era "producir" un cartucho "in situ" cada vez que disparaba.
En efecto, en las primitivas armas se introducía un conjunto de elementos que forman el embrión del cartucho actual: cebo o polvorín (pistón), pólvora, taco y bala. La mayor dificultad estribaba en dosificar adecuadamente la pólvora por lo que ya en el siglo XVI aparecieron las bolsas de papel que contenían una dosis de pólvora. Era el cartucho de papel.
En el siglo XVIII apareció el cartucho de papel con bala y cebo o mecha incorporada. Más tarde, ya en el siglo XIX, se comenzaron a producir los cartuchos de espiga semimetálicos (sistema Lefocheaux). Estos cartuchos eran totalmente metálicos para pistola y semimetálicos para armas largas. Constituyen el nacimiento de la moderna cartuchería.
Actualmente el cartucho es un instrumento de alta precisión y elevada tecnología tanto en metalistería como en química. El cartucho junto con el arma forman una poderosa máquina. El cartucho no tiene utilidad por sí mismo como tampoco la tiene el arma de fuego.
Tipos de cartuchos:
Como quiera que cada cartucho está relacionado con el arma en que se puede disparar, si nos
atenemos a los dos tipos básicos de armas:
Cañones de ánima lisa (escopetas)
Cañones de ánima rayada (rifles y armas cortas)
Sólo existen dos tipos de cartuchos básicos:
Cartuchos de perdigones o bala (escopeta)
Cartuchos metálicos (rifles y armas cortas)
Hoy en día los cartuchos de escopeta se inician con un pistón situado en el centro del culote. Sin
embargo, los cartuchos metálicos lo pueden hacer de dos modos:
Fuego anular (Rimfire)
Fuego central.
El concepto básico del cartucho es el mismo: lanzar uno o varios proyectiles con precisión, a una distancia determinada y con energía residual capaz de abatir el blanco.
Los cartuchos de escopeta pueden ser multiproyectiles (de perdigones/postas) o monoproyectiles (bala).
Los cartuchos metálicos son generalmente monoproyectiles con cabezas de bala variadas.
El cartucho de escopeta es semimetálico con un tubo de plástico o cartón mientras que el cartucho de arma rayada tiene su vaina sólo de metal.
El cartucho metálico
Elementos básicos
Calibres
Elementos básicos:
Un cartucho metálico está constituido por una serie de componentes básicos:
Vaina
Pistón
Pólvora
Balas
Estos componentes estás perfectamente engarzados y sincronizados constituyendo un producto
de alta precisión, tanto en sus piezas metálicas (con tolerancias de centésimas de milímetros)
como en los productos químicos (pólvora y explosivo del pistón) y en la cabeza, punta o bala.
Vaina:
Es el componente que alberga al resto de elementos del cartucho. Tiene perfectamente ensamblado el pistón y la bala. La vaina es generalmente de latón, aunque también se utiliza el acero latonado, y puede tener dos formas básicas:
Cilíndrica: utilizándose en armas con depósito vertical.
Agolletada: que se utiliza en armas basculantes de un tiro, express o mixtas.
Las vainas constan de cinco partes: culote, cuerpo, gola, gollete y boca. En las cilíndricas sólo tres: culote, cuerpo y gola.
Pistón:
Las cápsulas iniciadoras o pistones utilizados son de dos tipos:
Boxer americana: Consta de una cápsula que contiene la mezcla explosiva protegida por un disco
de papel y un yunque metálico que se apoya sobre la carga explosiva. Es muy fácil de extraer de
la vaina una vez disparada y por ello se ha hecho muy popular en América donde la recarga
particular tiene gran arraigo.
Berdan europea: Estas cápsulas no son intercambiables con las boxer. En este iniciador el
yunque forma parte de la vaina siendo por lo demás muy parecida a la boxer. Es el modelo
tradicional europeo.
Pólvora:
La pólvora es generalmente de doble base (nitrocelulosa de alto contenido en nitrógeno y nitroglicerina), de gran poder energético y con diversas proporciones de las dos bases propulsantes. La forma y tamaño de los granos puede variar notablemente en función del tipo de pólvora, forma y calibre. Una buena pólvora debe iniciarse con facilidad, no producir humo ni residuos adherentes ni corrosivos y debe ser estable a los cambios climáticos.
Balas:
La bala o punta del cartucho varía notablemente de un calibre a otro y según el objetivo del cartucho.
Consta de tres partes: punta, cuerpo y culote. Las podemos clasificar por varios criterios:
Por su forma (esférica, cilíndrica, cilindro-cónica, ojival, ojival aguda y aerodinámica)
Por su peso
Por el material (plomo, latón, bronce, hierro…)
Por su estructura:
- Balas blindadas que al alcanzar el blanco se deforman muy poco o nada.
- Balas expansivas que al impactar sobre el objetivo se deforman notablemente.
Calibres:
Al contrario de lo que sucede con las escopetas, los calibres en munición metálica son
numerosísimos:
Calibres europeos:
Se expresan con dos cifras separadas por el signo "X". La primera indica el calibre nominal que
corresponde al diámetro de la bala en milímetros. La segunda indica la longitud de la vaina también en milímetros. Por ejemplo, 7X64 significa una bala de calibre 7 mm con longitud de la vaina de 64 mm. En el caso de que la vaina sea "agolletada" el calibre va seguido de la letra "R".
Calibres anglosajones:
Se expresan con una cifra seguida por iniciales. La cifra indica el diámetro de la bala en milésimas o centésimas de pulgada (1 pulgada=25,4mm) Las iniciales corresponden al nombre del fabricante. Cuando la vaina tiene un refuerzo en su base el calibre es seguido de la palabra Magnum o la letra "M". Por ejemplo, 270 Weatherby Magnum.
¿Qué es un cartucho?
El cartucho como concepto aparece ligado desde el principio a las armas de fuego. Aunque
inicialmente el tirador no introducía el cartucho en las armas de avancarga con pólvora negra, lo
que estaba haciendo era "producir" un cartucho "in situ" cada vez que disparaba.
En efecto, en las primitivas armas se introducía un conjunto de elementos que forman el embrión del cartucho actual: cebo o polvorín (pistón), pólvora, taco y bala. La mayor dificultad estribaba en dosificar adecuadamente la pólvora por lo que ya en el siglo XVI aparecieron las bolsas de papel que contenían una dosis de pólvora. Era el cartucho de papel.
En el siglo XVIII apareció el cartucho de papel con bala y cebo o mecha incorporada. Más tarde, ya en el siglo XIX, se comenzaron a producir los cartuchos de espiga semimetálicos (sistema Lefocheaux). Estos cartuchos eran totalmente metálicos para pistola y semimetálicos para armas largas. Constituyen el nacimiento de la moderna cartuchería.
Actualmente el cartucho es un instrumento de alta precisión y elevada tecnología tanto en metalistería como en química. El cartucho junto con el arma forman una poderosa máquina. El cartucho no tiene utilidad por sí mismo como tampoco la tiene el arma de fuego.
Tipos de cartuchos:
Como quiera que cada cartucho está relacionado con el arma en que se puede disparar, si nos
atenemos a los dos tipos básicos de armas:
Cañones de ánima lisa (escopetas)
Cañones de ánima rayada (rifles y armas cortas)
Sólo existen dos tipos de cartuchos básicos:
Cartuchos de perdigones o bala (escopeta)
Cartuchos metálicos (rifles y armas cortas)
Hoy en día los cartuchos de escopeta se inician con un pistón situado en el centro del culote. Sin
embargo, los cartuchos metálicos lo pueden hacer de dos modos:
Fuego anular (Rimfire)
Fuego central.
El concepto básico del cartucho es el mismo: lanzar uno o varios proyectiles con precisión, a una distancia determinada y con energía residual capaz de abatir el blanco.
Los cartuchos de escopeta pueden ser multiproyectiles (de perdigones/postas) o monoproyectiles (bala).
Los cartuchos metálicos son generalmente monoproyectiles con cabezas de bala variadas.
El cartucho de escopeta es semimetálico con un tubo de plástico o cartón mientras que el cartucho de arma rayada tiene su vaina sólo de metal.
El cartucho metálico
Elementos básicos
Calibres
Elementos básicos:
Un cartucho metálico está constituido por una serie de componentes básicos:
Vaina
Pistón
Pólvora
Balas
Estos componentes estás perfectamente engarzados y sincronizados constituyendo un producto
de alta precisión, tanto en sus piezas metálicas (con tolerancias de centésimas de milímetros)
como en los productos químicos (pólvora y explosivo del pistón) y en la cabeza, punta o bala.
Vaina:
Es el componente que alberga al resto de elementos del cartucho. Tiene perfectamente ensamblado el pistón y la bala. La vaina es generalmente de latón, aunque también se utiliza el acero latonado, y puede tener dos formas básicas:
Cilíndrica: utilizándose en armas con depósito vertical.
Agolletada: que se utiliza en armas basculantes de un tiro, express o mixtas.
Las vainas constan de cinco partes: culote, cuerpo, gola, gollete y boca. En las cilíndricas sólo tres: culote, cuerpo y gola.
Pistón:
Las cápsulas iniciadoras o pistones utilizados son de dos tipos:
Boxer americana: Consta de una cápsula que contiene la mezcla explosiva protegida por un disco
de papel y un yunque metálico que se apoya sobre la carga explosiva. Es muy fácil de extraer de
la vaina una vez disparada y por ello se ha hecho muy popular en América donde la recarga
particular tiene gran arraigo.
Berdan europea: Estas cápsulas no son intercambiables con las boxer. En este iniciador el
yunque forma parte de la vaina siendo por lo demás muy parecida a la boxer. Es el modelo
tradicional europeo.
Pólvora:
La pólvora es generalmente de doble base (nitrocelulosa de alto contenido en nitrógeno y nitroglicerina), de gran poder energético y con diversas proporciones de las dos bases propulsantes. La forma y tamaño de los granos puede variar notablemente en función del tipo de pólvora, forma y calibre. Una buena pólvora debe iniciarse con facilidad, no producir humo ni residuos adherentes ni corrosivos y debe ser estable a los cambios climáticos.
Balas:
La bala o punta del cartucho varía notablemente de un calibre a otro y según el objetivo del cartucho.
Consta de tres partes: punta, cuerpo y culote. Las podemos clasificar por varios criterios:
Por su forma (esférica, cilíndrica, cilindro-cónica, ojival, ojival aguda y aerodinámica)
Por su peso
Por el material (plomo, latón, bronce, hierro…)
Por su estructura:
- Balas blindadas que al alcanzar el blanco se deforman muy poco o nada.
- Balas expansivas que al impactar sobre el objetivo se deforman notablemente.
Calibres:
Al contrario de lo que sucede con las escopetas, los calibres en munición metálica son
numerosísimos:
Calibres europeos:
Se expresan con dos cifras separadas por el signo "X". La primera indica el calibre nominal que
corresponde al diámetro de la bala en milímetros. La segunda indica la longitud de la vaina también en milímetros. Por ejemplo, 7X64 significa una bala de calibre 7 mm con longitud de la vaina de 64 mm. En el caso de que la vaina sea "agolletada" el calibre va seguido de la letra "R".
Calibres anglosajones:
Se expresan con una cifra seguida por iniciales. La cifra indica el diámetro de la bala en milésimas o centésimas de pulgada (1 pulgada=25,4mm) Las iniciales corresponden al nombre del fabricante. Cuando la vaina tiene un refuerzo en su base el calibre es seguido de la palabra Magnum o la letra "M". Por ejemplo, 270 Weatherby Magnum.
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